Saturday, March 19, 2005

Heme aquí

Heme aquí, enfrentado a esta pantalla, tratando de mandar un mensaje a destinatarios que tal vez no conozco, pero que seguro , son análogos a aquellos que alguna vez, caminando en la orilla de una playa, encontraron un mensaje en una botella. Quizás en la botella que lanzo al oceáno del ciber espacio, no haya más que deseos no cumplidos y genios que no tienen el poder ni la respuesta de satisfacerlos, sino sólo preguntas, de quién como yo, cree que el futuro lo construímos juntos. La vida cotidiana se desenvuelve cada día, y últimamente he sentido con mucha fuerza que no es lo mismo caminar por la calle, para llegar a un rumbo cierto, como el lugar de trabajo o la universidad, sintiendo que es porque así lo deseo, que sintiendo que es porque es mi deber hacerlo. Quizás en algún momento, vino mi cuestionamiento, que respondía también a un cuestionamiento acerca del lugar que ocupaba en el mundo, de si era necesario cumplir con los requerimientos del mercado, y llenarme de postitulos y diplomados, para demostrar que soy un buen producto. Luego vienen entonces las preguntas acerca de mi identidad. Bueno, los adolescentes tenemos ese pequeño problema, jaja, y por eso creo que ha sido intenso el trabajo de descubrirme. Sobretodo porque me siento inmerso en una sociedad fuertemente estandarizada, donde el modelo del éxito te condiciona desde el momento mismo en que en el colegio te enseñan verdades absolutas, y desde comienza la escalera que peldaño a peldaño te hace vivir la vida de manera tal que , al final del camino, la trascendencia, consista en una vida eterna como premio a un paso terrenal lo suficientemente sumiso y sacrificado. Te enseñan el concepto de misericordia, el de compasión, y sobretodo el de pecado. Es demasiado el peso de la cruz en mi cultura occidental , culpógena, universalista.
No puedo quejarme, pertenezco a una familia de clase media acomodada que puede pagarme una educación, en un país como chile, dónde el pago de la universidad tiene el valor de 1.5 millones de pesos, algo así como dos mil dólares al año.
Vivo en un país donde existen diferentes realidades, dónde incluso la forma de hablar es distinta, y en ciudades como santiago , que podríamos definirla como un conjunto de ghettos , separados por clases sociales, y si se da el caso de que los ricos vivan junto a los pobres, existen grandes muros que impiden que físicamente haya algún tipo de contacto. Se apodera también la cultura del condominio, con guardias privados, así como esa sensación de inseguridad que quieren traspasarnos, para que atomizados miremos desde la televisión la publicidad de la gran multitienda, que nos recuerda que tenemos que trabajar horas extraordinarias, para poder pagar la última cuota. Y qué puedo hacer si todo esto me molesta? Mucha gente me dice que no se puede hacer nada, poqrue las cosas son así, cómo si la humanidad fuese un rebaño de ovejas que camina en forma mecánica. Me opongo a que me atomicen, me opongo a que me enseñen que la democracia consiste en votar en las elecciones, yo quiero ser el dueño de mi propia cotidianeidad y si lees este mensaje capturado en esta ciber -botella, sólo quiero pedirte que me ayudes a que hagamos que hagamos algo al respecto.

3 Comments:

Blogger pedro said...

lo importante al final es hacer lo que queremos hacer. Si la felicidad consistiera en hacer feliz a algunas personas, creo que estoy totalmente de acuerdo. Ahora, en mi caso hacer feliz a las personas que quiero no guarda relación con el cumplimiento de las expectativas que ellos tienen conmigo.

5:23 PM  
Blogger Great Pretender 11 said...

Hola.

Para acompañar este post, recomiendo escuchar The Grand Parade of Lifeless Packaging, del album The Lamb Lies Down on Broadway, de Genesis.

Saludos,

GP

7:11 PM  
Blogger Donmatas said...

aguante great pretender...cual sería la música para mi blog?
jajaj
salud!

3:43 PM  

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