30 de Junio
Hoy día no pude dejar de sentirme orgulloso. Y no se trata solamente de pensar en el hecho que se trata de un día histórico para la sociedad española, sino, de pensar que el triunfo está en la sensatez de reconocer que las instituciones no sirven para cristalizar un estado de cosas que perdure aún cuando estas se tornen ineficaces para la satisfacción de todos y aún cuando unos pocos, sientan que han perdido poder e influencia sobre ellas.
Creo que es un día importante, porque España, que es un país que constituye sin lugar a dudas, un gran referente para nosotros, nos ha enseñado también la importancia de la organización para concretar los sueños que cada uno de nosotros tiene, que se traduce en reivindicaciones y reconocimientos a través de protecciones juridícas, a situaciones que no están reguladas y que se traduce en una vida que a ratos puede contener buenas dosis de humillación y de exclusión.
He leído artículos como el de simonetti en el mostrador, donde él dice que no es partidario del cambio en el concepto de matrimonio, porque el matrimonio es una institución que no nos pertenece y frente a la cual podemos prescindir, bastando la existencia de un estatuto jurídico que regule el patrimonio de las parejas que se forman entre homosexuales, es decir, lo que se denomina "unión civil".
En mi opinión, discrepo con Simonneti, por las siguientes razones:
Es cierto que el matrimonio está definido como un "contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen con el fin de vivir juntos, de procrear y de auxiliarse mutuamente", pero también hay que considerar, que la diferencia de sexo, aunque resulte un elemento esencial en el matrimonio, lo es simplemente porque se maneja un concepto de familia que tiene profundas influencias canónicas , dentro de las cuales se considera también la indisolubilidad del vínculo, elemento que ya fue excluído por la Nueva Ley de Matrimonio Civil que establece la disolución del vínculo.Podríamos perferctamente discutir entonces la prescindencia de la diferencia de sexo como elemento esencial del matrimonio.
Me da la impresión que muchos le atribuyen al matrimonio un contenido fuertemente religioso, situación que me parece muy bien. Sin embargo, cuando se trata del Matrimonio Civil, no debemos confundirnos. El matrimonio es para todos, y no debe ser monopolizado por una sola concepción acerca de éste. Yo creo que las uniones civiles, simplemente nos reconocerían como un grupo minoritario, sin mayores garantías que la de solucionar un problema económico. A mi juicio es un mero adorno, que legitima el reconocimiento de minorías, cuestión que siempre me ha parecido sospechosa, porque impide y cierra el debate acerca del logro de vivir en una sociedad diversa, ya que es reconocer explícitamente que en la sociedad existen un grupo mayoritario, homogéneo, y un grupo minoritario, donde caben los homosexuales, los indígenas, los indigentes, y todos aquellos que están fuera del estándar de hombre blanco cristiano y productivo, a quiénes es necesario darles una mayor protección en vista de su "situación".
No existen las minorías, y yo por ser homosexual no soy minoría. Tengo una identidad clara y en muchos aspectos soy igual a muchos, pero al mismo tiempo soy único y distinto a todos. Entonces de qué mayoría me hablan? Cuando una sociedad institucionaliza a lo que denomina la minoría, a mi juicio cae en un juego fascista que considero peligroso, porque es reconocer que en la vida se funciona de una sola manera, bajo una misma mirada y si estás afuera , entonces estarás sometido a una diferenciación de trato, que en muchos aspectos considero indigno.
Hoy día me pasó algo muy bonito, porque vengo de una etapa donde he logrado contarle a mis amigos que soy homosexual, y también pude confiar en mis padres y en mis hermanos y dí el paso que ahora me tiene lo suficientemente orgulloso, no tanto por ser homosexual, sino por ser digno, y poder mirar de frente sin dar explicaciones. En todo caso, reconozco que estoy en una posición privilegiada, pero vamos de a poco, reconociéndonos como individuos, conversando con nuestros amigos, saliendo del clóset, que no estás solo.
Creo que es un día importante, porque España, que es un país que constituye sin lugar a dudas, un gran referente para nosotros, nos ha enseñado también la importancia de la organización para concretar los sueños que cada uno de nosotros tiene, que se traduce en reivindicaciones y reconocimientos a través de protecciones juridícas, a situaciones que no están reguladas y que se traduce en una vida que a ratos puede contener buenas dosis de humillación y de exclusión.
He leído artículos como el de simonetti en el mostrador, donde él dice que no es partidario del cambio en el concepto de matrimonio, porque el matrimonio es una institución que no nos pertenece y frente a la cual podemos prescindir, bastando la existencia de un estatuto jurídico que regule el patrimonio de las parejas que se forman entre homosexuales, es decir, lo que se denomina "unión civil".
En mi opinión, discrepo con Simonneti, por las siguientes razones:
Es cierto que el matrimonio está definido como un "contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen con el fin de vivir juntos, de procrear y de auxiliarse mutuamente", pero también hay que considerar, que la diferencia de sexo, aunque resulte un elemento esencial en el matrimonio, lo es simplemente porque se maneja un concepto de familia que tiene profundas influencias canónicas , dentro de las cuales se considera también la indisolubilidad del vínculo, elemento que ya fue excluído por la Nueva Ley de Matrimonio Civil que establece la disolución del vínculo.Podríamos perferctamente discutir entonces la prescindencia de la diferencia de sexo como elemento esencial del matrimonio.
Me da la impresión que muchos le atribuyen al matrimonio un contenido fuertemente religioso, situación que me parece muy bien. Sin embargo, cuando se trata del Matrimonio Civil, no debemos confundirnos. El matrimonio es para todos, y no debe ser monopolizado por una sola concepción acerca de éste. Yo creo que las uniones civiles, simplemente nos reconocerían como un grupo minoritario, sin mayores garantías que la de solucionar un problema económico. A mi juicio es un mero adorno, que legitima el reconocimiento de minorías, cuestión que siempre me ha parecido sospechosa, porque impide y cierra el debate acerca del logro de vivir en una sociedad diversa, ya que es reconocer explícitamente que en la sociedad existen un grupo mayoritario, homogéneo, y un grupo minoritario, donde caben los homosexuales, los indígenas, los indigentes, y todos aquellos que están fuera del estándar de hombre blanco cristiano y productivo, a quiénes es necesario darles una mayor protección en vista de su "situación".
No existen las minorías, y yo por ser homosexual no soy minoría. Tengo una identidad clara y en muchos aspectos soy igual a muchos, pero al mismo tiempo soy único y distinto a todos. Entonces de qué mayoría me hablan? Cuando una sociedad institucionaliza a lo que denomina la minoría, a mi juicio cae en un juego fascista que considero peligroso, porque es reconocer que en la vida se funciona de una sola manera, bajo una misma mirada y si estás afuera , entonces estarás sometido a una diferenciación de trato, que en muchos aspectos considero indigno.
Hoy día me pasó algo muy bonito, porque vengo de una etapa donde he logrado contarle a mis amigos que soy homosexual, y también pude confiar en mis padres y en mis hermanos y dí el paso que ahora me tiene lo suficientemente orgulloso, no tanto por ser homosexual, sino por ser digno, y poder mirar de frente sin dar explicaciones. En todo caso, reconozco que estoy en una posición privilegiada, pero vamos de a poco, reconociéndonos como individuos, conversando con nuestros amigos, saliendo del clóset, que no estás solo.